En este quinto capítulo del curso vamos a tratar los filtros de color para iluminación en fotografía o vídeo. Y es que no solo podemos y debemos modificar la intensidad, calidad o la dirección de la luz de nuestros flashes o focos, también podemos modificar el color de la luz. Por lo que veremos como colocarlos, usarlos y para qué.
Tras desarrollar en los capítulos anteriores los modificadores de intensidad, es momento de conocer los modificadores de color. Los filtros de color, geles o gelatinas son láminas de poliéster o policarbonato con un color concreto. Su uso es sencillo, se colocan delante de la fuente de luz y nos permiten tintar el haz de luz del color que queramos. Además debes saber que existen multitud de variables dentro de cada color.
Suelen venderse en rollos o paquetes de láminas y dependiendo del tamaño están pensados para un tipo de luz concreto. Ya que no es lo mismo disponerlos delante de la fuente de luz, que en la parte frontal del softbox separado por más de 60 centímetros. Ya que de la primera manera podemos derretirlos si por ejemplo usamos una bombilla de luz continua. Lo que debes de tener claro es que siempre cubren el total de la salida de la luz para que no haya partes más claras o blancas en la imagen.
Vamos a desarrollar diferentes esquemas de iluminación para conocer las posibilidades de los filtros de color, desde el uso de un solo punto de luz con color, jugando con la luz principal, relleno y contra. Hasta el uso de 2 o más colores y las diferencias que existen al mezclarse, ya que algunos colores se dejan contaminar, mientras que otros, son más luminosos eliminando el color más subexpuesto e imponiéndose.
Y también aprenderemos que no solo deben ser estos filtros de color como apoyo creativo a nuestras fotografías, también es necesario usarlos como ajuste de la temperatura de color si queremos igualar diferentes puntos de luz
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