Vamos a por el último esquema del curso, el de geles dobles, antes que pasemos al capítulo final. Este esquema de iluminación de dos puntos de luz es uno de los más populares de los últimos años. Y es que el uso de geles dobles para iluminar en tus sesiones de retrato es un recurso muy versátil y muy demandado.
El uso de geles o gelatinas de colores en fotografía, aporta un sin fin de posibilidades creativas. Ya sea por la gama de colores que podemos utilizar. Como por la intencionalidad de los mismos o por la posición e intensidad que le demos a cada uno de los puntos de luz. Es por esto, que se debe destacar la importancia de una luz suave o dura. Ya que afectan de forma completamente distinta a la unión de los colores sobre el sujeto y el fondo.
Para ver esta diferencia vamos a realizar dos sesiones en uno. Ya modificaremos el mismo esquema de iluminación levemente, para así observar que cada uno puede tener un uso para una situación distinta. En ambos esquemas, usaremos dos puntos de luz en paralelo respecto al modelo, junto con un reflector o copa para dirigir el haz de luz y un gel de color.
Para la primera sesión, las cabezas de los flashes se dirigen hacia el sujeto, creando con esto mayor contraste. Esto es porque el reflector aplica la luz de forma directa, siendo más dura y reforzando las sombras sobre el modelo.
Para la segunda sesión, invertiremos la dirección de los flashes, disparando justo al lado contrario. Con esto haremos que la luz rebote por las paredes de la sala. Asi conseguiremos rellenar las zonas sub-expuestas y suavizar aún más la luz, al ser rebotada sobre los elementos. Consiguiendo un “efecto” sobre el fondo de fundido de dos colores al entremezclarse.
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