Vamos con el mítico esquema de iluminación llamado Clamshell, que si lo traducimos sería algo como casa de molusco. Obviamente este esquema en nuestro idioma tiene mucho menos glamour, pero es muy didáctico. Ya que este nombre describe perfectamente la posición de los dos puntos de luz que vamos a usar.
El esquema de iluminación Clamshell es uno de los más usados en fotografía, ya sea en moda, belleza o primeros planos. Ya que se extiende de forma fina y homogénea sobre la piel, suavizando los rasgos y dejando un fondo ligeramente sub-expuesto. También hará destacar al sujeto a fotografiar por encima del resto y añadiendo un “eyelight” o brillo en los ojos muy característico.
Para conseguirlo colocaremos un punto de luz a 45º por encima del modelo y el otro a 45º por debajo del mismo. De esta forma podremos abarcar todas las posibles sombras que pudiera dar uno de los flashes tapándolas con el otro. El uso de uno u otro reflector o difusor dependerá de la necesidad de contraste o simetría en las sombras, por lo que existen un montón de combinaciones a usar con este esquema. Desde dos softbox iguales, un beauty arriba y un softbox debajo, un softbox encima y un stripbox debajo…
La diferencia de contraste entre ambos dependerá del marcaje de las sombras sobre el sujeto que queramos hacer o tener en las fotografías. Si ambos puntos de luz tienen la misma potencia, esto hará que sea completamente lisa y suave, mientras que si hacemos una diferencia muy radical, tendremos un relleno muy suave del segundo punto de luz (el inferior).
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Ahora que ya has aprendido a dominar el esquema clamshell puedes probar a usar todas las variantes que puedes crear con los distintos modificadores y softbox que tengas en tu estudio o en tu casa.