
En el capítulo anterior vimos una herramienta que se aplica de forma muy parecida a las Máscaras de cielo, las Máscaras de sujeto. Ambas son el nuevo buque insignia de la IA por parte de Adobe, y ambas pueden ser modificadas a nuestro gusto, copiadas y aplicadas en las distintas fotos en forma de lote, haciendo que se recalculen por cada fotografía y consiguiendo un resultado similar a pesar de que el cielo o los sujetos cambien o se muevan.
La máscara de cielo selecciona de forma automática los cielos para poder ser enmascarados, añadiendo o restando dicha selección con otras herramientas como pincel, degradados o máscaras de color y luminancia. En muchas de las fotografías que tomamos a diario, el cielo se convierte en uno de los mayores problemas lumínicos debido a su alto contraste.
Es por esto que no solo debemos exponer correctamente dicho cielo para que disponga del rango dinámico suficiente, sino que (si no disponemos de otro punto de luz) nos quedará subexpuesta el resto de la fotografía (sobre todo a contraluz), teniendo que exponer únicamente las zonas que no son el cielo. Para ello, lo que haremos será seleccionar el cielo y después invertirlo para (como pasaba con la máscara de sujeto) tener dos máscaras que delimiten las zonas contrarias que trabajaremos.
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