Si algo hemos aprendido en los últimos días es que no sabemos que puede pasar a nuestro trabajo como fotógrafos. Por eso es importantísimo que tengas un plan de emergencia. Que cualquier traspié propio o ajeno de al traste con tu carrera fotográfica.
1 – Evitar la zona de confort
Debes evitar entrar en la famosa zona de confort. Por muy bien que te vaya a nivel laboral si te quedas sin hacer ninguna acción de marketing, puede llegar un momento en el que esto cambie y te veas en una mala situación.
Si tu caso es el de tener pocos clientes pero recurrentes. Por mucho que con ellos cubras todas tus necesidades económicas, no debes dormirte. Porque si pierdes uno de estos clientes, porque contraten a otro fotógrafo o fotógrafa o porque dejen de necesitar de tus servicios fotográficos estarás perdiendo un gran porcentaje de ingresos.
Si estas en el caso contrario, donde tienes diferentes clientes que no suelen volver a necesitar a ningún fotógrafo es parecido. Da igual que tengas suficiente trabajo, debes guardar unas horas a la semana para seguir dándote a conocer y a llegar a nuevos clientes.
Una buena opción es marcarte metas para que estés siempre «alerta», ya sea conseguir clientes nuevos o subir la facturación. Pero que estas metas sean realistas y medibles.
2 – Cuida y mide tu economía
Otra clave que no debes menospreciar para tener este plan de emergencia es lo referente a lo económico. Parece una obviedad pero siendo freelance y tener un trabajo tan cambiante es difícil si no vas a analizando mes a mes y el global anual.
Lo primero que debes hacer es conocer el salario que ganas, tanto el bruto como el neto. Lo segundo los gastos que genera tu trabajo fotográfico, impuestos, desplazamientos, seguros, gestorías, etc. Y por último lo que gastas en lo personal, alojamiento, comida, ocio básico, etc. Después de hacer cuentas, el dinero que te queda seria para ahorrar o en caprichos.
Conociendo exactamente tus ganancias y tus gastos mensuales, debes reservar un tanto por ciento de ellas mensualmente hasta ahorrar un colchón de dinero para poder cubrir un mínimo de tres meses.
Dependiendo de si nunca hiciste este plan de emergencia, de la importancia que le des a tener pronto este colchón o lo que puedas ahorrar mes a mes, deberás marcarte un porcentaje mayor o menos para estos ahorros.
Por último, como sabes, el gremio fotográfico es muy de gastar en equipo, pero hay que recordar que tener lo más novedoso no te da clientes. Una cámara nueva no te genera dinero, lo generas tu con tu trabajo.
3 – Cuida tu negocio
La última clave de este plan de emergencia es simple. Intenta ramificar tus posibilidades, aunque trabajes en un nicho de fotografía. Esto no quiere decir que intentes buscar posibilidades en otros tipos de fotografía, sino que lo hagas dentro de tu nicho. Tampoco que te lances a trabajar ya en ellos pero si que tengas ya el camino medio construido.
Y para terminar, recomendarte que nunca dejes de formarte y darle la importancia que se merece al marketing, la asignatura pendiente de la fotografía. El marketing no solo sirve para tener visibilidad y encontrar clientes, también es saber como gestionar tu negocio.
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