Octavo capítulo del curso de iluminación en fotografía que voy a dedicar a la creación de esquemas de iluminación. Y es que para poder tener el control total de la iluminación en una fotografía, necesitamos aplicar un patrón lumínico a la toma. La creación de estos esquemas de iluminación puede hacer que se deje de ver parte de la escena o por el contrario prestemos atención de forma casi focalizada gracias a la mezcla de una buena composición con una iluminación adecuada.
Para ello contamos con tres componentes principales que pueden mezclarse entre sí o solo disponer de uno de ellos. Estos son la luz principal, la luz de relleno y la luz de recorte. Todos iluminarán la escena pero cada uno cubrirá unas necesidades específicas y es por esto que debemos saber diferenciarlos correctamente para su uso.
Por otra parte y como opción extra fuera de estos tipos de luces y su organización sería la luz de rebote. Una de las opciones más prácticas cuando disponemos de paredes o superficies cercanas donde rebotar la luz sobre ellas. De esta forma se amplía el área y la propagación de la luz además de suavizarla. Es por esto que muchas veces el mejor aliado es usar un panel reflector 5 en 1, pudiendo además sacar partido a sus 5 caras o sus 5 usos. De esta forma tú tendrás el control de donde rebotar la luz y con qué ángulo.
Por último veremos como el simple hecho de cambiar la direccionalidad del punto de luz ya nos está brindando varias modificaciones en el resultado final. El volumen no será igual si iluminamos desde el frente o desde un lateral y es por ello que debemos establecer una referencia para poder describirlo.
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Todas estas variables que has aprendido debes llevarlas a la práctica para no solo conocerlas. Debes saber usarlas para configurar distintos esquemas de iluminación adecuada que usarás en tus fotografías para conseguir el resultado que busques. Ya tienes deberes.