Vamos a ver como es la gestión de la iluminación en el estudio, aunque es aplicable también es exteriores. Ya que iluminar no es únicamente colocar focos o flashes y disparar, sino que requiere de una planificación previa en los conceptos e ideas que quieras transmitir, teniendo que crear un patrón lumínico para conseguir el resultado que buscas.
Para ello existen varias posibilidades para esta gestión e interpretación de la luz, como puede ser definirla según su degradado entre los brillos y las sombras. Lo que llamamos luz suave o luz dura. La relación de contraste, el sistema por zonas o la interpretación artística dándole prioridad a los blancos o negros (clave alta y clave baja).
Con una serie de ejemplos de iluminación en el estudio te voy a enseñar como crear una luz dura para crear sombras y luces marcadas. Y otro ejemplo de iluminación totalmente opuesta, la luz suave. Con la que usaremos una luz más grande que el elemento a iluminar. Envolviendo la escena y rellenando las sombras, creando un ambiente lumínico más estable.
También te explico que es la relación de contraste y como poder medir esta diferencia entre ambos puntos de luz. Te enseñaré a medirlo mediante pasos de diafragma o según su relación de contraste. Y no podíamos pasar por alto el mítico sistema por zonas que busca conseguir una correcta exposición obteniendo el mayor rango tonal posible.
Por último trabajaremos la clave alta o clave baja. Que se diferencian por el mayor uso de claros y oscuros en una escena respectivamente. Son dos estilos fuera de lo normal, que pierden mucha de la información que podría aparecer en el rango dinámico de la toma. Esto influye de forma radical en el aspecto de la fotografía transmitiendo de forma diferente el mensaje que se busca.
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Como has visto iluminar una escena no es solo colocar un flash en cualquier parte del estudio o de la escena y ver que pasa. Tenemos que pensar que queremos y que iluminación crear para trabajar en consecuencia al resultado fotográfico que queramos.