La iluminación flash puede parecer complicada al inicio e incluso se le puede terminar «cogiendo miedo» o preferir trabajar siempre con la luz que nos aporta el sol. Pero en este capítulo del curso vas a ver que no es difícil empezar a manejar la luz con cualquier emisor de luz flash.
La iluminación flash se basa en una fuente de luz que emite un destello en un arranque rápido y potente, por un lapso muy breve de tiempo. Como la luz emitida dura tan solo una fracción de segundo, iluminaremos sin poder ver cómo hemos colocado la luz, como incide en los sujetos y cuál es el resultado. Por lo que tendremos que usar otras herramientas como el flashimetro o el visionado posterior de la fotografía para ver el resultado de la escena iluminada.
La duración del destello, el tiempo de recarga, velocidad de sincronización, conexión, potencia, tamaño, luz de modelado y los modos de disparo son puntos a tener en cuenta cuando comparamos diferentes equipos, ya que nos otorgaran la posibilidad de desarrollar correctamente nuestra sesión.
Por último, te enseñaré las diferencias entre el flash externo y el flash de estudio, creando así un patrón que se adapta a las necesidades de cada trabajo, ya sea de forma ligera y portable o potente y rápida.
También te explicaré las ventajas de la iluminación flash, como es la potencia de sus sistemas, pudiendo disparar a diafragmas de f8, 11 o 16 y manteniendo la iso en 100 durante todo momento (en igualdad de prestaciones calidad/precio respecto a la iluminación artificial continua). O el plus que aporta el que te puede ayudar congelando cualquier objeto gracias a su duración del destello, junto con la cantidad de modificadores de luz que existen en el mercado.
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