
En el penúltimo capítulo vamos a implementar un contraluz en exterior. Gracias a tener el control total o parcial de la iluminación de la escena, podemos conseguir que aparezcan elementos que de otra forma no se notarían tanto, convirtiendo el espacio en otro completamente diferente, y es esto lo que realizaremos en esta sesión.
Disponemos de una especia de cenador o estructura metálica que porta unas escaleras de piedra que, al estar en sombra, obtendríamos una fotografía estándar y homogénea. Si queremos destacar al modelo e incluso dotarlo de emociones que refuercen el mensaje a transmitir (por ejemplo, bondad, pulcritud, divinidad…) necesitamos añadirle un halo de luz alrededor del modelo, cambiando el mensaje inicial.
Esto lo conseguimos con un contraluz en exterior. ¿Cómo? Colocando un flash detrás del sujeto y haciéndole portar una camisa blanca que reflejará la luz y ayudará aún más a completar todas las escaleras, consiguiendo con eso un volumen diferente y remarcando al modelo del fondo.
La simetría en ambos lados al disparar en horizontal no ofrece una herramienta compositiva muy potente que centra al sujeto en medio y lo dota de atención. Mientras, por otra parte, si colocamos al sujeto en un lateral o si lo fotografiamos únicamente utilizando las escaleras como simple fondo, el ir sin textura (camisa lisa y vaqueros) seguirá ofreciéndonos ese contraste que estamos buscando desde el principio.
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