Agregar colores a nuestras sesiones puede ser mucho más fácil de lo que pensamos a veces. En este caso hemos buscado una localización diferente (un sendero entre grandes piedras) que nos ofrece la posibilidad de tener el fondo del modelo en sombra.
Con esto podremos tintar esas paredes con diferentes geles, teniendo una potencia superior a la que ya existe debido al rebote natural del sol en las diferentes grietas y piedras.
Con esto no solo conseguiremos dar un toque de color, si no, al iluminar desde otro ángulo que no sea de frente, añadiremos contraste y textura a la roca (junto con las sombras más negras, ya que el punto de luz es más duro al ser más pequeño que la propia pared).
Utilizaremos dos flashes para rellenar todo lo posible que nos permita el sol (ya que irá poco a poco colándose en la localización) y así poder agregar colores más intensos y saturados. Para complementar la sesión, podremos jugar con varias posibilidades respecto a fondo se refiere.
Podemos colocar el plano justo con el fondo tintado de rojo, con un leve degradado si giramos alrededor del modelo o incluso sin nada de color y aprovechar el fondo a infinito que nos ofrece la grieta que se encuentra al final de nuestro sendero. Cualquiera de las tres es una fotografía acertada, solo necesitamos ver cuál añade más belleza a nuestra toma.
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