Con este capítulo quiero que aprendamos y practiquemos el esquema clásico de iluminación. Y obviamente se le llama así porque es uno de los esquemas más utilizados desde hace años. Eso no quiere decir que no funcione o esté desactualizado. Ya que con estos tres puntos de luz de esquema “Clásico” desarrollamos la tríada perfecta, luz principal, relleno y contra. Con el que podrás realizar infinidad de trabajos.
La luz principal es la que generalmente ilumina la parte esencial o más importante de la escena. La definición más exacta sería la luz que usamos como muestra para marcar el diafragma al que vamos a trabajar y desde esa luz, ver si variamos la relación de contraste sobre el resto, sobreexponiendo o sub exponiendo el resto de puntos de luz. Suele situarse delante o desde un lateral del elemento principal para que pueda iluminar correctamente sin llegar a perder información del sujeto.
La luz de relleno es una luz de apoyo que sirve como complemento a la luz principal, llegando donde la principal no llegue, siendo por lo general menos intensa y haciendo que suavice las sombras o incluso eliminándolas. Suelen estar 1 o 2 pasos de diafragma por debajo de la principal (importante nunca igual que la principal) y usarse junto con softbox o difusores que ofrezcan una luz difusa y suave para no crear reflejos o sombras al rellenar.
La luz de recorte o contra busca siluetear o crear relieve en una zona concreta del sujeto o elemento estableciendo una sobreexposición sobre él, disparándose generalmente a 1 o 2 diafragmas por encima de la luz principal. Si no fuera así no se percibirá la diferencia de contraste en la fotografía y no destacaría respecto a la principal y relleno. Se utiliza para separar al sujeto del fondo, remarcando su silueta o llamando la atención sobre una zona en concreto.
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