Comenzamos este curso desarrollando las capacidades creativas que nos ofrecen los plásticos. Estos son una herramienta sencilla y económica que puede utilizarse en cualquier sitio, pero que conlleva cierto control y experiencia para conseguir los resultados adecuados, ya que a pesar de ser un material maleable, el paso de la luz por él es, a la vez, su mayor y menor virtud.
El plástico ofrece un efecto de refracción amplio cuando pasa la luz sobre él, haciendo que el haz de luz continúe y se expanda por el resto del espacio (o volviendo a pasar por otra zona donde vuelva a abrirse y así continuamente). Por el contrario, no ofrece apenas efecto de reflexión, ya que la luz al incidir sobre él no tiene tanto rebote como se puede esperar de otros materiales, salvo que lo hagamos completamente de frente respecto a nuestra cámara, haciendo que se nos queme por completo sobreexponiendo . Debemos comprender estas características para poder hacer todas las prácticas y sesiones que vamos a realizar.
Pero esto no es lo único a tener en cuenta, ya que tras controlar la luz, debemos darle importancia al espacio. Debe ser amplio, tanto como la longitud de plástico que queramos utilizar, haciendo que no tengamos que pelearnos con el encuadre y dispongamos en todo momento la iniciativa de poder disparar tanto en vertical como en horizontal.
Por último, y no menos importante, debemos de trabajar el modelado. La prioridad es que se encuentre cómodo/a y que reciba correctamente las indicaciones, ya que a veces puede escucharse o verse mal debido al viento o plásticos sobre el sujeto.
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